A las familias, muchísimas gracias por haber confiado en mí todo este curso, por haberme apoyado en mis decisiones (no siempre igual de acertadas, seguro) y haber creído en mi manera de trabajar. Vosotr@s y, sobre todo, vuestr@s hij@s sois los que me habéis dado alas para crecer e intentar dar lo mejor de mí misma en cada clase.
A mis pequeñ@s deciros que OS QUIERO, bien grande y con mayúsculas, las mismas que hay que poner detrás de puntito en los dictados. No sé quién ha enseñado más a quien este año. Gracias por hacerme sentir querida y especial, por cada dibujo y cada sonrisa que me habéis regalado. Sois dos clases muy especiales y os habéis ganado día a día un hueco muy grande en mi corazón. Espero que sigáis aprendiendo como hasta ahora y crezcáis valorando las cosas verdaderamente importantes de la vida: a dar las gracias, a pedir las cosas por favor, a ayudaros y trabajar juntos, a tomaros las cosas con humor, a querer y apreciar a los demás, a buscar soluciones a los problemas y no quedarse de brazos cruzados...
Para Susana ya se me van a agotando las palabras. Tenéis una suerte inmensa de tenerla como maestra de vuestros peques... ya lo sabéis. Me cuesta mucho decir un hasta luego a la persona de la que más he aprendido en esta profesión, sin ninguna duda. A la que ha hecho que cada uno de los días de cole fuera una aventura. A la que me ha aguantado y me ha animado en mis días malos y que ha estado siempre a mi lado en los buenos. Será difícil llegar a un cole y saber que no va a estar en el aula de al lado para cuando la necesite.
A todos, de corazón, gracias por haber formado parte de mi vida este año. Gracias y mil veces gracias.